Spanish Hymn C-D

Cuando Estemos en Gloria


1. Canten del amor de Cristo,
Ensalzad al Redentor,
Tributadle, santos todos,
Grande gloria y loor.


Coro:
Cuando estemos en gloria,
En presencia de nuestro Redentor,
A una voz la historia,
Diremos del gran Vencedor.


2. La victoria es segura,
A las huestes del Señor;
¡Oh, pelead con la mirada,
Puesta en nuestro Protector!


3. Adelante en la lucha,
¡Oh soldados de la fe!
Nuestro el triunfo, oh, escucha
Los clamores, ¡Viva el Rey!

 


Cuenta tus bendiciones


Cuando te abrumen penas y dolor, cuando tentaciones rujan con furor,
ve tus bendiciones; cuenta y verás cuántas bendiciones de Jesús tendrás.


Coro
Bendiciones, cuenta y verás, bendiciones que recibirás;
bendiciones, cuenta y verás   cuántas bendiciones de Jesús tendrás.


¿Sientes una carga grande de pesar? ¿Es tu cruz pesada para aguantar?
Ve tus bendiciones; cuenta y verás   cómo aflicciones nunca más tendrás.


Cuando veas a otros que más ricos son, piensa que de Cristo es tu galardón.
Oro no te compra lo que Dios te da: un hogar eterno donde Él está.


No te desanimes do el mal está,   y si no desmayas, Dios te guardará.
Ve tus bendiciones y de Él tendrás en tu vida gran consolación y paz.

 


Da lo Mejor Al Maestro


Da lo mejor al Maestro, tu juventud, tu vigor,
Dale el ardor de tu alma, lucha del bien en favor,
Cristo nos dio el ejemplo, siendo el joven de valor;
Sedle devoto ferviente, dale de ti lo mejor.


Coro
Da lo mejor al Maestro,
Tu juventud, tu vigor;
Dale el ardor de tu alma,
De la verdad lucha en pro.


Da lo mejor al Maestro, dale de tu alma, el honor;
Que sea él en tu vida el móvil de cada acción.
Dale, y te será dado el Hijo amado de Dios.
Sírvele día por día; dale de ti lo mejor.


Da lo mejor al Maestro, nada supera su amor,
Se dio por ti a sí mismo dejando gloria y honor.
No murmuró al dar su vida por salvarte del error,
Ámale más cada día, dale de ti lo mejor.

 


Dad gloria al Señor


1.Da gloria al Señor, de rodillas adórale
en la hermosura de su santidad,
tu plena obediencia cual oro ofreciéndole
con el incienso de grata humildad.


2. Echada a sus pies esa carga que oprímete,
la llevará sobre su corazón;
tus penas te quitará, limpiando tus lágrimas,
guiando tus pies a mayor bendición.


3.En sus santos atrios adonde convídate,
aunque eres pobre no temas entrar;
la firme, constante fe y el puro, sencillo amor:
tales ofrendas pon sobre el altar.


4.Y cuando tú vayas temblando a llevárrselas,
por su Hijo amado las aceptará;
y tras noche lúgubre habrá aurora espléndida:
gozo, alegría y paz te dará.