¡Cuán firme cimiento!
¡Cuán firme cimiento se ha dado a la fe,
De Dios en su eterna Palabra de amor!
¿Qué más Él pudiera en su libro añadir,
Si todo a sus hijos lo ha dicho el Señor?
“No temas por nada, contigo Yo soy;
Tu Dios yo soy solo, tu ayuda seré;
Tu fuerza y firmeza en Mi diestra estarán,
Y en ella sostén y poder te daré”.
“La llama no puede dañarte jamás,
Si en medio del fuego te ordeno pasar;
El oro de tu alma más puro será,
Pues solo la escoria se habrá de quemar”.
“No habrán de anegarte las ondas del mar
Si en aguas profundas te ordeno salir;
Pues siempre contigo en angustia estaré
Y todas tus penas podré reducir”.
“Al alma que anhele la paz que hay en Mí,
Jamás en sus luchas la habré de dejar;
Si todo el infierno la quiere perder,
¡Yo nunca, no, nunca, la puedo olvidar!”.
¡Cuánto me alegra
¡Cuánto me alegra que nuestro Señor
diera su vida por el pecador!
Hizo sin par maravillas aquí,
y la más grande es que me ama a mí.
Coro
¡Qué maravilla! Me ama Jesús,
me ama Jesús, me ama Jesús.
¡Qué maravilla! Me ama Jesús;
sí, me ama aún a mí.
Aunque vagaba olvidándome de él,
él me siguió porque siempre es fiel;
presto a sus brazos amantes volví
al recordar que Jesús me ama a mí.
Cuando en el cielo ver pueda a Jesús,
ya revestido de gloriosa luz,
entonaré mi himno eterno allí:
“¡Qué maravilla! ¡Jesús me ama a mí!”
¿Como podré estar triste?
1. ¿Cómo podré estar triste,
cómo entre sombras ir,
cómo sentirme solo,
y en el dolor vivir,
si Cristo es mi consuelo,
mi amigo siempre fiel,
si aun la aves tienen
seguro asilo en Él,
si aun las aves tienen
seguro asilo en Él?
Coro
Feliz, cantando alegre,
yo vivo siempre aquí.
Si Él cuida de las aves,
cuidará también de mí.
2. «Nunca te desalientes»,
oigo al Señor decir;
y en su palabra fiado
hago al dolor huir.
A Cristo paso a paso
yo sigo sin cesar,
y todas su bondades
por siempre me ha de dar,
y todas sus bondades
por siempre me ha de dar.
3. Siempre que soy tentado,
o que en la prueba estoy,
más cerca de Él camino
y protegido voy.
Si en mí la fe desmaya,
y caigo en la ansiedad,
¡tan sólo Él me levanta;
me da seguridad!
¡Tan sólo Él me levanta;
me da seguridad!
Calma mi alma
Calma mi alma contigo está el Señor. Soporta con paciencia tu dolor;
deja al Señor que hable y te provea en cada prueba Él te será fiel.
Calma mi alma tu amigo eterno es; te guiará a un lugar feliz
Calma mi alma que Dios te guiará en el futuro como en el ayer;
bella esperanza no debes perder, todo misterio al fin claro será.
Calma mi alma las olas y los vientos Él rige con su voz y su poder.
Calma mi alma la hora está llegando de estar por siempre al lado del Señor;
cesa el dolor las penas ya se alejan y Cristo reina con su gran poder.
Calma mi alma ya todo está en paz; oh que gran gozo es vernos al final.