Salvo en los tiernos brazos
Salvo en los tiernos brazos
de mi Jesús seré,
y en su amoroso pecho
siempre reposaré.
Este es sin duda el eco
de celestial canción,
que de inefable gozo
llena mi corazón.
Coro:
Salvo en los tiernos brazos
de mi Jesús seré,
y en su amoroso pecho
siempre reposaré.
En sus amantes brazos
hallo solicitud;
líbrame de tristeza,
líbrame de inquietud.
Y si vinieran pruebas,
fáciles pasarán;
lágrimas si vertiere,
pronto se enjugarán.
Y cruzaré la noche
lóbrega sin temor,
hasta que venga el día
de perennal fulgor.
¡Cuán placentero entonces
con él será morar,
y en la mansión de gloria
siempre con él reinar!
Santo! ¡Santo! ¡Santo! Señor omnipotente
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! Señor omnipotente,
Siempre el labio mío loores Te dará;
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! Te adoro reverente,
Dios en tres personas bendita Trinidad.
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! en numeroso coro,
Santos escogidos Te adoran sin cesar,
De alegría llenos, y Sus coronas de oro
Rinden ante el trono y el cristalino mar.
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! la inmensa muchedumbre,
De ángeles que cumplen Tu santa voluntad,
Ante Ti se postra bañada de Tu lumbre,
Ante Ti que has sido, que eres y serás.
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! por más que estés velado,
E imposible sea Tu gloria contemplar;
Santo Tú eres solo nada hay a Tu lado,
En poder perfecto, pureza y claridad.
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! La gloria de Tu nombre,
Vemos en Tus obras en el cielo, tierra y mar.
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! Te adora todo hombre,
Dios en tres personas, bendita Trinidad. Amén.
Señor Jesús, el día ya se fue
1.Señor Jesús, el día ya se fue;
la noche cierra, oh, conmigo sé;
al desvalido, por tu compasión
dale tu amparo y consolación.
2.Veloz el día nuestro huyendo va,
su gloria, sus ensueños pasan ya;
mudanza y muerte veo en redor;
no mudas tú: conmigo sé, Señor.
3.Tu gracia en todo el día he menester.
¿Quién otro puede al tentador vencer?
¿Qué otro amante guía encontraré?
En sombra o sol, Señor, conmigo sé.
4.Que vea al fin en mi postrer visión
de luz la senda que me lleve a Sion,
do alegre cantaré al triunfar la fe:
“Jesús conmigo en vida y muerte fue”.