A tu puerta Cristo está
A tu puerta Cristo está, ábrele;
Si tú le abres, entrará, ábrele;
Tu pecado quitará, Luz y paz derramará,
Día alegre te será, ábrele.
Ábrele, oh pecador, ábrele;
Abre ahora al Salvador, ábrele;
Te ofrece salvación, del pecado el perdón,
Saciará tu corazón, ábrele.
¡Oh! no le hagas esperar, ábrele;
Tal vez pronto marchará, ábrele;
¡Que dolor después tendrás, cuando en vano clamarás,
y perdido te hallarás! Ábrele.
Abre mis ojos a la luz
Abre mis ojos a la luz; tu rostro quiero ver, Jesús.
Pon en mi corazón tu bondad, y dame paz y santidad.
Humildemente acudo a ti, porque tu tierna voz oí.
Mi guía sé, Espíritu Consolador.
Abre mi oído a tu verdad; yo quiero oír con claridad
bellas palabras de dulce amor, ¡oh, mi bendito Salvador!
Consagro a ti mi frágil ser; tu voluntad yo quiero hacer.
Llena mi ser, Espíritu Consolador.
Abre mis labios para hablar y a todo el mundo proclamar
que tú viniste a rescatar al más indigno pecador.
La mies es mucha, ¡oh, Señor!; obreros faltan de valor.
Heme aquí, Espíritu Consolador.
Abre mi mente para ver más de tu amor y gran poder.
Haz que en la lucha pueda triunfar y en tus caminos fiel andar.
De mi alma escudo siempre sé y aumenta mi valor y fe.
Mi mano ten, Espíritu Consolador.
Adoradle (Dad al Padre Toda Gloria)
1. Dad al Padre toda gloria,
dad al Hijo todo honor,
y al Espíritu Divino,
alabanzas de loor.
Coro 1-2
Adoradle, adoradle,
adorad al Salvador.
Tributadle toda gloria,
pueblo suyo por su grande amor.
2. Entonadle un canto nuevo,
huestes libres del Señor;
tierra, cielo, mar y luna,
gloria dan al Trino Dios.
3. ¡Adoradle, oh Iglesia!
por Jesús tu Redentor,
rescatada por su gracia,
libre por su grande amor.
Yo te adoro, yo te adoro,
yo te adoro, buen Jesús.
Yo te adoro reverente,
¡Oh, Cordero santo de mi Dios!